Amplio tema de estudios, investigaciones, opiniones y debates ha sido desde hace tiempo –y lo es en la actualidad– el problema de definir la identidad cultural latinoamericana, si es que la palabra “identidad” vale para las cuestiones artísticas.
¿Existe
una identidad artística y cultural latinoamericana? Y si así fuera ¿está en
condiciones de proyectarse al resto del mundo trascendiendo los límites
del “color local” para adentrarse en las
aguas más profundas de los conflictos del ser humano universal? ¿Puede algún
movimiento artístico encarnar todas las realidades que existen a lo largo y a
lo ancho del territorio latinoamericano y ejercer algún tipo de transformación
en ellas?
Es
indudable que desde el descubrimiento y la conquista de América hasta el primer
decenio del S. XXI se vienen sucediendo prolíficas manifestaciones culturales y
artísticas que constituyen (en muchos casos) lo que sería una manera de hacer arte
y cultura con características y elementos peculiares. Atravesadas todas ellas,
desde los inicios, por la mezcla de diversos registros de varias culturas (como
la herencia europea, la africana, la autóctona) fusionados y convertidos en una nueva expresión (a veces realmente sin
precedentes en el mundo del arte, por ejemplo, el microrrelato como género
literario es un fruto meramente latinoamericano, o el reggae entre los géneros
musicales también lo es, etc.).
La
intención de generar un espacio textual acerca de esta temática tan vasta es la que
impulsa la escritura de estos textos, tomando como objeto concreto para el análisis y la reflexión una obra del
cantautor argentino Jorge Fandermole (nació en Santa Fe, Argentina en 1956, representante
de la llamada trova rosarina, en auge
durante la década de los 80).
Las
auténticas producciones culturales y las obras artísticas generan lo que, en términos de Galeano, se
llama cultura de la liberación “¿Qué
es la genuina cultura popular sino un complejo sistema de símbolos de identidad
que el pueblo genera y crea?“[1]. Dentro de este contexto puede leerse “Junio”
de Fandermole, como un aporte a esa cultura de liberación, por lo tanto al arte
latinoamericano.
[1] GALEANO, Eduardo: “Diez errores o mentiras frecuentes sobre literatura y cultura en América Latina”, Revista Nueva Sociedad, N.° 56-57, 1981, pp. 65-78.
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